A 64 años de La Leche League International.-
Por Argelia Rojas Mayorquín (Líder de la Liga de La Leche de México en Guadalajara)
Nuestras Fundadoras

La humanidad como tal, existe desde hace aproximadamente unos 100 mil años, y desde el origen (los primeros homínidos pudieron existir hace unos 4 millones de años) fue necesario amamantar a las crías. La razón por la que somos clasificados como mamíferos es porque mamamos del pecho de la madre. Amamantar es lo natural.

De esto nunca tuve duda cuando nació mi primera hija. Sin embargo, los retos a los que nos enfrentamos las madres lactantes (ahora sé que muchas pasamos por ello), me hicieron pensar alguna vez, que por lo menos quería alimentar yo misma a mi bebé algunos meses, lo que el dolor me permitiera hacerlo.

Fue cuando una llamada telefónica inesperada cambió el rumbo de mi lactancia y gracias a lo cual ahora he llegado a una segunda lactancia exclusiva y a ser parte de esta gran organización, la Liga de La Leche Internacional (La Leche League). A veces cuesta trabajo entender como a 64 años de existir, aun hay mujeres que no conocen el apoyo que se les puede brindar. Los “smartphone” existen hace menos tiempo y dudo que alguien no haya escuchado de ellos, incluso si no tiene uno. Quizás sea precisamente por la cotidianidad con la que estamos expuestos a algo, se normaliza si lo vemos en todas partes. Esto debería pasar con la lactancia también.

Más aun, cuesta entender cómo al ser mamíferos por naturaleza ahora hemos modificado nuestras conductas al grado de que amamantar parece ser algo destinado sólo para algunas afortunadas. Nada más equivocado. La lactancia va más allá de solamente el alimento. Es un todo, un fenómeno biocultural por excelencia.

Lo que ahora me queda claro es que las mujeres en esta etapa necesitamos apoyo, compañía, empatía. Pero si eso se ofrece cuando ya tenemos a nuestro bebé en brazos, podremos apoyar efectivamente sólo a una parte de las diadas mamá-bebé. Habrá otra parte de mujeres que no lograrán amamantar, pero no porque no puedan hacerlo, sino porque habremos llegado tarde. Tarde para informar, tarde para apoyar, tarde para empoderar.

Desde la creación de la Liga de La Leche (un 17 de octubre de 1956), con sus fundadoras- siete madres ejemplares que no se dejaron llevar por la inercia social de la época y decidieron ser proactivas y apoyarse entre ellas y a otras madres- el acompañamiento se ha brindado de forma similar, muy acogedor, con empatía, apoyando muy de la mano a la nueva mamá. Considero que, si bien esto es lo más valioso que como Líderes hacemos, ahora necesitamos evolucionar, a la par que ha evolucionado la humanidad misma.

Sin dejar de acompañar, ahora debemos empoderar a las mujeres desde antes de nacer sus bebés, desde antes de embarazarse, desde antes. Así como hay una etapa en la vida en la que aprendemos cómo funciona nuestro cuerpo, así como aprendemos cómo es nuestro ciclo menstrual, así mismo necesitamos aprender cómo funcionan nuestros pechos, cómo pueden alimentar. Considero que esto aportaría un cambio incluso en la forma en que se ven los pechos, los senos, tan distorsionadamente sexualizados. A la mujer lactante se le empodera desde la infancia, a la futura madre se le informa desde la infancia.

Estoy segura que cada madre que pasa por retos durante la lactancia se ha preguntado “¿Por qué nunca me dijeron?”. La respuesta es porque no sabíamos que necesitabas saberlo. La lactancia se ha “trivializado”. Decirle a una madre que nunca ha amamantado “Pégate al bebé al pecho” equivale a darle las llaves a una persona que nunca ha manejado y decirle “Sube al auto y conduce”. A amamantar se aprende, necesitamos enseñar, desde antes.

A 64 años de su fundación la Liga de La Leche ha crecido, cada día somos más, cada día hay más conocimiento de ella y de sus objetivos. Aun falta mucho, sigamos adelante.

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