Hilary Flower
St. Petersburg FL USA
De: NEW BEGINNINGS, Vol. 20 Nº 3, mayo-junio 2003, Pág. 86
A veces las madres que amamantan quedan embarazadas, especialmente cuando los lactantes ya han crecido un poco. Cuando pasa esto, cada madre debe tomar la decisión de seguir amamantando o no, basándose en su salud y en las necesidades de ella y del niño. La decisión de amamantar dos niños después del nacimiento del nuevo bebé (llamado amamantamiento en tándem) es también una decisión personal. El último libro de la Liga Internacional de la Leche, de Hilary Flower, Adventures in Tandem Nursing: Breastfeeding during Pregnancy and Beyond, está enfocado sobre temas que son específicos de las madres que amamantan en tándem. A continuación le damos un extracto.
Si las hormonas de embarazo no alteran demasiado el amamantamiento, éste puede ser una manera especial para que usted y el niño de más edad queden conectados mientras contemplan los nuevos cambios a venir.
Me gustó la idea de amamantar mi “bebé”, porque pronto el se convertiría en mi segunda prioridad. Disfruté del tiempo que tuve con él y traté de usarlo sabiamente teniéndolo aún más en mis brazos. -Mary B., Ohio
Del mismo modo, amamantar a su bebé junto con el bebé recién nacido puede ser para usted una manera especial de conectar con su niño más grande durante este tiempo especial aunque un poco desorientador para la vida de la familia.
Pero si su relación de amamantamiento sufre por cualquier motivo que sea, tal vez necesite realizar algunos ajustes. Conozca algunas señales de peligro que podrían indicar que su relación de amamantamiento necesita de su ayuda:
- Usted siente que se está apartando del niño que está amamantando.
- Usted nota un tono de irritación en su voz cuando dice que “Sí”.
- Usted siente que no le queda otra opción cuando se trata de amamantar.
- Usted tiene una tendencia a hablarle bruscamente a su niño durante el amamantamiento.
- Se siente lo suficientemente exasperada y piensa en destetarlo inmediatamente.
Si observa estos signos, revise su decisión de destetar o seguir amamantando. Si lo mejor es destetar, será una buena decisión para ustedes dos. Si la respuesta es que vale la pena seguir amamantando, podrá ver que su actitud se vuelve más positiva.
Me duelen mucho los pezones, y tengo impulsos muy fuertes de rechazar a mi hijo. Estaba preparada para seguir amamantando a Tommy, pero me dí cuenta que perdía fácilmente la paciencia con él y se notaba mi aversión a amamantarlo.
Un día mi esposo fue testigo de mi lucha para amamantar a Tommy, y me dijo que si no era más amable con Tommy, lo mejor era no amamantarlo. Pensé que esto era lo peor que podía decirme, ¡pero tenía razón! Me di cuenta que simplemente tenía que tomar la decisión de seguir amamantando o no. Cualquier otra cosa nos estaba lastimando a los dos.
Resolví que nuestra relación de amamantamiento había sido tan maravillosa que no quería terminarla sobre un tono tan negativo. Lo amamantaría mientras que él lo necesite. Afirmar esta decisión ayudó a mantener positivos nuestros momentos de amamantamiento. La buena noticia fue que Tommy empezó a aceptar algunos límites. -Sanya D., Georgia
Una nueva decisión de que seguir amamantando es lo mejor, combinado con un poco de atención personal, puede ayudar mucho a calmar a un cuerpo y alma fatigados. Establecer los límites que tomen en consideración sus propios sentimientos es una gran parte del cuidado de si misma. El propio cuidado es la clave para disfrutar del ser mamá.
Los límites pueden ayudar de otras maneras también. Amamantar es un intercambio entre dos corazones. Un “no” dicho suavemente cuando sienta que amamantar no es bueno crea la posibilidad de un “sí” claro cuando se sienta verdaderamente capaz de hacerlo. Tomar sus propios sentimientos con seriedad y permitirse elegir libremente cuándo ofrecer el amamantamiento puede mantener la apertura y la alegría de la lactancia para usted y su bebé.
Recuerde que más no es siempre mejor. Su niño debe respetar sus límites. Si amamantar es para el confortamiento, la calidad emocional del intercambio es muy importante. Es difícil desilusionar a su niño, especialmente durante una transición familiar difícil. Pero como madre usted comprende algo que su niño no puede comprender; usted está protegiendo a su niño de los mensajes confusos y del resentimiento que puede crearse cuando usted dice “sí” y en realidad quiere decir “no”. Así, los límites del amor le sirven tanto a su niño como a usted misma, incluso cuando la causa inicial de todo sea su propio cansancio.
Un aumento en la voz materna durante la relación de amamantamiento puede evolucionar de modo gradual y natural. Es importante que muestre a su niño que usted se preocupa de usted misma y de que sus necesidades son importantes también. Esto puede ser una manera significativa para un niño de empezar a respetar las necesidades de los demás. Una madre que amamantaba en tándem a su hija más grande decía:
Presto mucha atención a no perder el control en este proceso, sino ¿qué le estaría enseñando? No puedo ser una buena madre si estoy siempre ofendiéndola. Así que con toda la delicadeza hago que se dé cuenta de que necesito espacio. Tratamos de ponernos de acuerdo sobre cuán “cerca” debemos estar durante esos momentos. Por ejemplo, si ella quiere amamantar pero en ese momento justo no puedo, no sentamos cerca una de la otra y nos quedamos en silencio un ratito. O hablamos de cómo a veces ella se siente de mal humor y quiere estar sola, y yo también.-Bianca K., Ohio
Los límites necesarios alrededor del amamantamiento pueden ser una experiencia muy rica de aprendizaje para su niño. Usted puede ayudar a su niño a aceptar la realidad de que no es exactamente cómo a él le gustaría que fuese, pero que es sin embargo una realidad que sigue siendo “segura”. Después de todo, el amor de usted no tiene límite.
Una vez que empiece a experimentar, encontrará el límite que funcione mejor para usted y para su niño, incluso si esto no es el ideal para alguno de ustedes dos. La clave está en establecer una relación que funcione para usted y su niño. Pregúntese qué nivel le permitirá:
- ¿Disfrutar de verdad de amamantar a su niño?
- ¿Sentirse contenta de que todavía está amamantando?
- ¿Abrir más su corazón al de su niño?
Cuando usted considera el deseo de su niño de seguir amamantando ¿qué nivel de amamantamiento le parece aceptable a usted? ¿Desde el punto de vista emocional, cómo está su niño ahora? ¿Este tiempo es relativamente tranquilo y estable para su niño, o pronto habrá un tiempo mejor para hacer cambios? Si usted piensa que su niño ya es lo suficientemente maduro, hágalo participar con usted en la resolución del problema. Tal vez su niño la sorprenda con una proposición generosa o una solución innovadora. Darle a su niño su voz sobre la naturaleza, el nivel o ritmo de las disminuciones puede ayudarlo a sentirse fortalecido y valorizado en su relación con usted. Los límites adecuados de la edad permiten que la relación de amamantamiento funcione para ambas partes.
Considerar y aprobar los sentimientos del niño no quiere decir siempre que ellos deban hacer todo como ellos quieran. En mi caso, el haber establecido algunos límites salvó la relación de amamantamiento con mi otro niño cuando estaba amamantando en tándem. Si no lo hubiera limitado, probablemente lo habría destetado. No es necesario llegar a una situación del tipo “todo o nada”. Como lo era antes, al limitar el amamantamiento a los momentos en los cuales podía hacerlo, pudimos disfrutarlo más, y nuestra relación de amamantamiento duró mucho más.
Unos límites generosos y realistas al mismo tiempo son un buen equilibrio entre el respeto de sus propias necesidades y las de su niño. Así podrá salvar la relación fundamental que existe entre ustedes dos.
Hace poco hablé con Sarah, mi niña de tres años, acerca de mi preferencia de amamantarlos uno a la vez. Le expliqué que así me sentía mejor. Le expliqué a Sarah que quería seguir amamantándola durante más tiempo, todo el tiempo que fuese necesario para ella. Para hacerlo, las dos debíamos estar seguras de que nuestros cuerpos se sentían bien para hacerlo. Esto significaba amamantar durante un tiempo más corto (para evitar las marcas de los dientes alrededor de mis pezones), con mucho acurrucamiento y haciendo otras cosas que nos gustan a las dos. A veces esto implicó esperar hasta que Malcolm, de 7 meses de edad, estuviese contento de quedarse jugando mientras ella mamaba. Pienso que Sara está aprendiendo los límites sanos sobre nuestros cuerpos y que es capaz de elegir sentirse relajada y feliz. También está aprendiendo que puede hacerlo por otros medios que no sean necesariamente a través de la lactancia.-Wendy M., Ontario, Canadá
Una buena comunicación es algo esencial. Muchas madres encuentran un método discreto pero directo de decirle al niño lo que les pasa.
Pienso que mis bebés comprenden mis sentimientos de modo intuitivo, y que cooperan más cuando soy honesta, pero clara y firme a la vez. -Cheri S., Minnesota
Muchas madres hacen de todo por mantener el bebé y su embarazo fuera de sus explicaciones, y no quieren que el niño mayor le eche la culpa al bebé del problema. Algunas dicen que esto tiene que ver con el embarazo. Y, del mismo modo, muchas madres hacen más para ayudar al niño a comprender que tampoco fue su culpa. Las madres que están embarazadas dicen a menudo: “a mamá le duelen las tetitas”, o “me duele, no hay más teta”. Incluso puede ponerse “Band-Aids” en los senos y explicar que tienen “pupas”.
Trataba de la mejor manera de no decirle a Jake de que me lastimaba, o de que el amamantamiento me lastimaba; le decía que ciertas acciones me lastimaban. Yo no quería que Jake tuviese miedo de mamar. Le decía que mamá no tenía ganas de amamantar, y que pronto le daría nuevamente el pecho. O que podía amamantar sólo si se quedaba quieto y no se meneaba ni daba patadas, porque al menearse a mamá le dolía el vientre.-Sarah G., Texas
Mientras tanto, el niño amamantado en tándem puede preguntar: “¿por qué el bebé puede mamar siempre y yo no?” Esta pregunta puede llegarle al corazón, ya que usted quiere darle a su niño toda la seguridad posible de que no ha sido desplazado de su corazón. Y una madre no puede evitar preocuparse de que al decir “no” el niño quedará resentido o se sentirá rechazado. Así todo, hablando de un modo abierto y no defensivo con su niño sobre el “doble estándar” de amamantar a su bebé recién nacido puede ser una oportunidad rica para usted de procesar las realidades cambiantes de su relación con el otro niño. Las madres pueden decir:
- “Los bebés recién nacidos pueden comer sólo de la teta y lo necesitan para crecer”.
- “Los nenes y las nenas grandes comen alimentos especiales, como los damascos y las tostadas, que los bebés no pueden comer, porque no tienen dientes. De hecho, los bebés no tienen permiso para comer cosas así”.
- “Cuando eras bebé tú también tomabas la teta siempre”.
- “Un día el bebé podrá comer otros alimentos y tomará menos de la teta”.
Su niño puede aprovechar la oportunidad para comprender mejor lo que está sucediendo; tal vez se haya dado cuenta de que algo cambió. La cosa principal que probablemente quiere su niño es saber que él no es culpable. Los niños no quieren ser la causa del dolor de sus madres.
Mi niño de dos años no sabía que yo tenía nauseas, así que le dije que estaba dolorida, y entendió. Al principio se angustió cuando le dije que me dolía cuando la amamantaba, así que cedí. Luego me di cuenta por qué estaba angustiada, y es porque pensó que era por culpa de ella que a mi me dolía. Le expliqué que estaba enferma y que mis pechos estaban enfermos y que si no amamantaba se mejorarían. A partir de ahí, se contentaba de abrazarme en vez de amamantar, y allí se quedaba dormida. Pedía que le diera el pecho solo una vez a la noche, pero le bastaba poner su boca alrededor de cada pezón una vez durante unos pocos segundos. Necesitaba saber simplemente que yo no la detendría.-A.E., Scotland
No se olvide de reconocer y encomiar a su niño cada vez que haga algo que muestre su consideración con los sentimientos de usted.
Ser breve y concisa puede ser una manera más fácil de manejar el asunto cuando amamantar se convierte en algo doloroso o difícil de llevar adelante. Algunas madres embarazadas o que están amamantando en tándem disminuyen la duración de cada amamantamiento diciéndole al niño:
- “Vamos a tomar la teta contando hasta 10 ¿Contamos mariposas o dinosaurios?”
- “Podemos tomar la teta durante toda la canción “Los Pollitos”.
- “Puedes tomar la teta unos minutos y después puedes tomar agua en un vaso especial”.
- “Puedes tomar la teta mientras cuento hasta 10, ¿quién terminará primero, tú o yo?”
- “Le doy una vuelta al reloj de arena de la cocina y cuando haya caído toda la arena, terminarás”.
- “Un poquitito más”.
Déle al niño diversas opciones siempre que sea posible, y no se sorprenda si su niño encuentra formas inesperadas de participar en el cambio una vez que comprenda la idea. Hay un niño que instituyó algo que llamó “un segundo en la tetita”, en donde ponía su boquita por un momento sobre el seno.
Una manera delicada de alargar el intervalo entre las sesiones de amamantamiento puede ser diciendo “Sí, pero más tarde”, y puede ser de ayuda especialmente para los niños pequeños, a quienes la palabra “no” puede sonar como “nunca”. A medida que reduzca la cantidad de sesiones, usted y su bebé encontrarán que tratar de establecer juntos los principios es algo que funciona.
Disminuyo gradualmente las veces que le doy el pecho a Brennan en una forma que él pueda decir y comprender. Una vez a la mañana, una vez durante la siesta, una vez a la hora de acostarse. Se ha convertido en nuestra pequeña canción. ¡Si pudiera contar la cantidad de veces que uno de nosotros se lo recitó al otro! -Crystal O., Carolina del Sur
Haciendo un poco de experimentos y con algo de paciencia de ambas partes, las madres y los niños pueden a menudo mantener la relación de amamantamiento moviéndose en una dirección que contribuya a la relación más amplia entre la madre y el niño.
Revisión 17 julio 2008. Mónica Tesone