
“La muerte también se ríe y por eso es nuestra amiga, nuestra flaca linda”
Naranja es el color y el aroma penetra solo aquí para ellos, para nuestros difuntos. Y llega, solamente en este periodo, a convidarlos. Es ella, tan linda, tan dulce, tan olorosa, tan fragante, tan femenina: la flor de cempasúchil (cempohualxochitl en náhuatl que quiere decir 20 flores).
Cuando el reloj marca la una, las calaveras salen de su tumba, chumbala cachumbala, cachumabalá… Así, cada otoño de cada año los muertos se convierten en los invitados de honor. Ya están derramadas las flores de cempasúchil que con su color anaranjado brillante y su olor tan dulce guiarán a nuestros muertitos a encontrar el camino a casa. Son las mariposas monarcas o las alas de los difuntitos que traen de regreso, por unas horas, la vida a la luz del calor del fuego que ayuda a calentar esos huesos ya tan fríos. Los muertos vienen a gozar un ratito de la vida y los vivos los recuerdan tan intensamente en esos días que se van tan contentos de regreso al misterioso mundo de la noche, al mictlán.
El día, la noche; la luz, la oscuridad, el llanto y la fiesta; la dualidad convive en este rito de paso. Dicen que mientras los recuerdes seguirán aquí. Quizás no en carne y hueso pero sí, en el corazón. Por eso les hacemos en estas fechas, su altar y su fiesta, especial para cada uno, con las cosas que les gustan y los elementos que los guían para no perderse. Y ahí están los inciensos intensos y visibles, y ahí está la luz. Llegan despacio.
Y vienen las calaveritas. Esos versos pícaros que alimentan las almas de los vivos y de los muertos y que se convierten en cada frase en un reto a la imaginación. Son poesía e imagen. Describen a un hombre o una mujer retomando con ironía y humor sus defectos o virtudes. Obviamente nos obligan a pensar en ellos, de eso se trata. Además se acompañan de dibujos o grabados detallistas. Es una manera de escribir valiente porque habla de lo que pensamos del otro, al que amamos o a veces no tanto. Y representa un gran esfuerzo decidirse imaginarlas. En algunos casos incluso, es una manera atrevida de desafiar al que se le hace la calaverita. En el pasado las calaveritas eran dedicadas casi exclusivamente a personajes políticos y por ello eran tan provocativas. Al fin y al cabo es la burla y lo “prohibido” que se atreve a venir en estos días. Si fueran otros tiempos, otra época del año, no se permitiría. Es el rito de paso en toda su expresión.
Y aquí te presentamos las letras y palabras que le dedican un homenaje a la lactancia. Esperemos que las disfrutes y te saquen una sonrisa.
Bebés arcoíris
En un panteón lleno de arcoíris,
Bajo tutela de la huesuda,
Descansan muchos pequeñines.
Desafortunados los angelitos,
La tierra no conocieron,
Bien cuidados por la huesuda están
Y al final de nada se perdieron.
Cada primero de noviembre regresarán,
Para abrazar a mamá,
Aunque para ellas en su corazón siempre vivirán.
La calavera con los pequeños regresan muy festivos,
Cómo mamá adoptiva toma su manita,
Después de visitar el mundo de los vivos.
Mamá no te preocupes la huesuda es buena conmigo,
Algún día tú estarás de este lado y yo estaré contigo.
Por: Paulina Guzmán
La suegra
La mami sentada amamantando seguía
Su suegra con gran sutileza decía: ¿Todavía le das pecho?
Malcriado y mañoso se convertiría…
Mientras la calaca las veía
…y sin pensarlo la muerte a la suegra se la llevaría
Por: Blanca Ramírez
La lactancia
Viendo la muerte reía
A los que poco leían
Diciendo que no bastaba
Lo que de la chichi salía
Decía la señora María
Que con un bibi bastaría
Para llenar a ese niño
Que su siesta quería
Juanita triste quedaba
Pensando que no producía
La leche que era adecuada
Para alimentar a su cría
En eso la muerte le dijo
Confía en tu poder
Que si te prendes al Niño
Seguro que va a comer
Hay personas que hablan
Y opinan sin siquiera saber
Poniendo en encrucijada
A mamis acabadas de nacer
Ahora la parca es asesora
Y le dice a toda nación
Que al que ande con esas cosas
se los llevará al panteón
En el mundo no hay mayor acto
Que una con tal audacia
A un bebé y a su mami
Como lo es la lactancia
Por: Carolina, Enrique y Victoria
La tía
Estaba la muerte sentada
Dando chichi a su cría
Cuando de pronto pasaba
La bien intencionada tía
“Oye mijita esa chichita ya no es comidita
Que no ves a tu hija que ya está muy crecidita
De nada le sirve más esa agüita
Pues llena de aire le deja su barriguita”
“¡Ay tía querida!”- respondió la muerte sorprendida
“No creas esas tonterías que son puras habladurías
La leche mía todavía nutre a mi cría
Quizá no como los primeros días
Pero sí se echa sus tragos le deja mucha energía”
“Discúlpame muerte querida
que eso yo no lo sabia.
Quédate pues con tu hijita
dándole tibia lechita”.
Quedó la tilica muerte
Con una sonrisa evidente
Porque las gotas de leche valen montones
Sea 20, 40, 100 o millones
Pues llenan de amor los corazones
De esos niñitos bien cachetones
Por: Carolina Guadalupe Delgado
La teta
Estaba la teta bien contenta
Un montón de leche tenía,
Llegó la huesuda muy atenta,
Y le dijo oye tu leche se ve amarillenta.
Era el calostro ¡muy nutritivo!
Para los recién nacidos, algo muy positivo.
La huesuda sorprendida a la teta se le quedó viendo,
A ti no te llevaré, eres muy buena le dijo sonriendo.
Desde entonces en los panteones cero tetas hay,
Pues bebes felices hay que alimentar.
La lactancia artificial vamos a despopularizar,
Y si es necesario al panteón nos la vamos a llevar.
Por: Paulina Guzmán
Los mitos de la lactancia
– ¡Ese niño no se llena! –
gritó la Catrina ofuscada
– toma una latita de fórmula,
para que te de una ayudada –
– De tenerlo tanto en brazos
lo vas a malacostumbrar,
déjalo llorar un rato
para que aprenda a respirar –
– Después de los seis meses
la leche se vuelve agua,
deja de darle la teta
que ya no le sirve de nada –
– Que coma cada tres horas,
solo por 15 minutos,
y si aún le queda hambre
prepárale unos atolitos –
Y así siguió la Catrina
haciendo más recomendaciones,
una peor que la otra
le salían por montones.
Mamá y bebé la vieron
extrañados por sus gritos
– Ay Catrina ¿Qué te hicieron?
¿De dónde sacas tantos mitos?
– La leche materna es perfecta,
en temperatura y composición,
mi bebé es tan feliz con su teta
como tu en tu panteón –
Mamita muy segura,
empoderada en la lactancia
le explicaba a la huesuda
y la sacaba de su ignorancia.
– Yo no solo lo alimento,
también le brindo protección,
cuando él busca consuelo,
mi leche es la solución –
– Y aquí podríamos seguir
hablando de leche materna,
pero te lo voy a resumir
para que quedes contenta –
– La lactancia es lo mejor
para bebé y para mamá,
beneficia su salud
y ese vínculo nadie nunca romperá –
Muy conforme la calaca
regresó al camposanto,
ahora quiere una asesora
que la ayude a armar su banco.
Por: Karla Cristina Pérez Contreras
Allá viene la flaca rondando y gritando
Bebé, deja de estar Lactando,
de ti me río y me río calavera
Porque la leche de mi mami es la mera mera.
¡Qué te pasa bebé travieso!
¿Cómo sabes todo eso?
Pues la leche de mi mami es la mejor,
Me alimenta y me da vinculación.
La huesuda se da por vencida,
No sin antes advertirles,
Bebé, yo estaré en vigilancia,
Hasta que dejes la lactancia.
Por: Alba Mariana Gómez Barajas
La calaca ladina
Estaba Anell amamantando,
muy contenta a su bebé,
cuando llega la parca
a quererla sorprender.
¡Dale lechita en biberón! La calaca decía,
que tu bebé no quiere tu tetita,
así no pasará hambre y más no necesita!
¡Anda sólo una probadita!
Anell muy enojada de lejos la veía,
abrazando a su bebé fuerte le decía,
¡Aléjate de aquí catrina ladina!
¡Que mi leche, a mi bebé buena vida le propina!
Convencida estoy que no hay mejor,
con mis aliadas te llevaremos al panteón,
encerrada en un cajón y con tu mentiroso biberón,
para que no andes metiendo confusión.
Ya muy asustada la calavera le corría,
de Anell y todas sus amigas
que le gritaban que contra ¨LA LIGA DE LA LECHE”,
ni la misma calaca acabaría algún día.
Por: Anell Lucero Alonso Bonilla
Mamá de Caleb 20 meses.
Amayuca Morelos, México.
La calaquita viajera
En el mes de noviembre,
aparece una calaquita viajera,
en busca de lechita materna,
ella es toda una niñera.
Llegó la calaquita a visitar en la nochecita,
Y preguntó a una mamita ¿Será que compartes lechita?
Mamá dijo: deja veo mi banco de leche,
porque justo ahorita bebé tomó tetita.
No se dió por vencida la calaca,
muy perseverante la flaca,
se fue a buscar otra mamá
para ver si leche le podía dar.
Le dice a otra madre:
mamita hermosa dame lechita,
de la guardadita en el congelador,
es para mí hija la calaquita,
que tiene hambre de amor.
Mamita: claro que sí calaca flaca,
apoco ¿Eres mamá?
Responde la calaca: Soy mamá de muchas criaturas que me vienen a visitar.
Y no pretendo llevarte
y mucho menos a tu bebé,
sólo quiero lechita,
para tener que ofrecer.
Pronto lechita dejaré en el altar,
soy la calaquita que va de aquí para allá,
yo cuido a mi calaquita bebé,
pronto vendrá y no tiene que comer.
Mamá:
Yo te ayudo, no te apures,
mamás somos las dos,
entre mujeres nos cuidamos
Y es seguro que damos amor.
La calaquita muy alegre le dice a la mamá:
La lactancia es hermosa,
sólo que puro hueso soy,
por eso busco a las mamitas,
que son de gran corazón.
Por: Janeth Velázquez
La muerte impactada
Dejar un comentario