Nota Editorial: Ofrecemos artículos de nuestras publicaciones de años anteriores como referencia para nuestras Líderes y miembros. Los lectores deben tener en cuenta que la investigación y la información médica cambian con el tiempo.
Karleen Gribble
Niagara Park NSW Australia
Tomado de LEAVEN, volumen 40, número 5, Octobre-Noviembre 2004
Traducciones de Eva Marsal Miralles
Revisión Lavinia Belli
La leche materna es el alimento correcto para los recién nacidos (Wiessinger 1996) y amamantar forma parte de la maternidad, ayuda a establecer el vínculo entre madre e hijo, y proporciona placer y consuelo al bebé (Blass 1994).
El pecho se va preparando para la lactancia durante el embarazo bajo la influencia del estrógeno, la progesterona, la prolactina y otras hormonas. El sistema de conductos se extiende y se diferencia, y crece el tamaño de los lóbulos y alvéolos (Riordan 2004). Sin embarazo, se pueden conseguir los mismos cambios en el pecho a través de la estimulación del pezón, que provoca la secreción de prolactina (Kolodny et al.), el crecimiento de los alvéolos secretores, y la producción de leche (WHO 1998).
Una vez empieza la secreción de leche, el hecho de ir extrayéndola hace que se vaya produciendo más leche (WHO 1998). Es un proceso normal y natural que el pecho produzca leche en respuesta a la succión del bebé. Es por esto que el destete no tiene por qué ser definitivo, y los bebés que no pueden ser cuidados por su madre biológica pueden ser amamantados por su madre adoptiva.
Dar el pecho a un bebé adoptivo en países en vías de desarrollo
La posibilidad de que las madres adoptivas sean capaces de producir suficiente leche para sus bebés ha sido descartada de manera rutinaria en países como EE.UU., Canadá y Australia. Los investigadores en las sociedades occidentales han descubierto que las mujeres, en general, no tienen éxito a la hora de proporcionar suficiente leche para alimentar de forma exclusiva a sus hijos (Gribble 2004). Sin embargo, en los países en vías de desarrollo, la mayoría de madres adoptivas tienen éxito como productoras de leche (Gribble 2004). ¿Por qué pasa esto? ¿Qué podemos aprender de las experiencias de estas mujeres de países en vías de desarrollo? Lo que veremos a continuación son los resultados de un estudio (Gribble 2004) acerca de la influencia del contexto sobre la producción de leche en madres adoptivas.
Una investigación acerca de la lactancia inducida en países en vías de desarrollo y en países occidentales revela las diferencias en las costumbres a la hora de dar el pecho. Las madres en los países en vías de desarrollo, puesto que han podido ver cómo se da el pecho desde una edad temprana, son generalmente conocedoras del proceso (Jelliffe and Jelliffe 1972). Esto repercute en una mayor confianza en la lactancia materna y en menos problemas relacionados con ella (Hill and Aldag 1991; McCarter-Spaulding 2001). Las mujeres en los países en vías de desarrollo, muy probablemente, tienen también unas creencias acerca del cuidado de los hijos que favorecen la lactancia materna. Estas mujeres permiten la lactancia materna sin restricciones y mantienen a sus bebés en estrecho contacto con ellas, tanto durante el día como durante la noche (Quandt 1995; Lozoff and Brittenham 1979). Esto hace que aumente la secreción de prolactina y el vaciado del pecho, acelerando de esta manera el desarrollo del pecho (WHO 1998) y aumentando la producción de leche (Daly et al. 1996).
Sugerencias para monitoras
Se puede animar a las madres adoptivas en los países desarrollados occidentales para que puedan aumentar su producción de leche, a aprender acerca de la lactancia materna, a desarrollar una sólida red de apoyo a la lactancia y a imitar los estilos de maternidad de las mujeres de los países en vías de desarrollo. Se puede animar a las madres a buscar información acerca de la lactancia, tanto acerca de la lactancia en general como específicamente acerca de la lactancia inducida, tan pronto como sea posible en el proceso de adopción. También puede ser de ayuda construir una red de contactos que tengan conocimientos sobre lactancia materna, incluyendo otras madres adoptivas que puedan proporcionar apoyo y ánimo para continuar con la lactancia (Gribble 2001). Además, hacer preparativos con antelación para poder tener ayuda en cuestiones prácticas después del momento en que el bebé haya sido entregado, ayudará a que las madres puedan concentrarse en desarrollar la relación madre-hijo e iniciar la lactancia (Raphael and Davis 1985).
Para imitar el estilo de maternidad de las mujeres de los países en vías de desarrollo, se puede animar a las madres a aumentar el contacto físico con sus hijos, a dar el pecho tan frecuentemente como sea posible, y a usar el pecho como fuente de consuelo (Quandt 1986; Vis and Hennart 1978). El hecho de que la lactancia sin restricciones y el estrecho contacto con el bebé sean contrarios a las principales creencias occidentales, hace indispensable que estas mujeres tengan apoyo. Esto las ayudará a sentirse cómodas con este estilo de crianza y a la hora de enfrentarse a las personas que no les ofrecen respaldo (Ladas 1972). Este apoyo, evidentemente, se puede encontrar en los grupos de la Liga de La Leche. El conocimiento y el respaldo a la hora de amamantar son factores importantísimos para aumentar la producción de leche de las madres adoptivas.
Las monitoras pueden también animar a las mujeres en su habilidad para amamantar explicándoles que mientras que es imposible decir cuánta leche puede producir una mujer, se puede hacer mucho para aumentar su producción. Se les puede decir a las mujeres que aunque puede ser que al principio necesiten suplementar su producción de leche, puede ser posible que si dan el pecho el tiempo suficiente esto acabe no siendo necesario (Riordan 2004). También es importante ayudar a las mujeres a diseñar un plan para lograr la transición a la lactancia exclusiva, que incluya el hecho de asegurarse de que el bebé está recibiendo suficiente alimento, reduciendo los suplementos de manera segura y reduciendo la probabiblidad de que el bebé llegue a estar demasiado enganchado al método de suplementación. El apoyo de personas entendidas en lactancia materna es vital para las madres adoptivas en Occidente, dada la cultura poco favorable a esta práctica (Raj and Pilchta 1998).
Algunas monitoras pueden sentir que no tienen conocimientos suficientes para ayudar a estas madres. Sin embargo, es de gran importancia tener en cuenta que incluso sin conocimientos específicos sobre lactancia inducida, las monitoras tienen un papel importantísimo como personas de apoyo para la madre adoptiva, quizás porque son las únicas en su vida que creen en lo que está haciendo.
Ayudar a las madres adoptivas a aumentar su producción de leche no minimiza el efecto emocional de la lactancia. Muchos niños adoptados tienen un pasado que les deja vulnerables emocionalmente (Drury-Hudson 1994) y se ha visto que el hecho de amamantar ayuda a estos niños a curar las heridas del pasado (Gribble 2003). Además, fomentar un estrecho contacto físico entre madre e hijo no sólo será beneficioso para la producción de leche de una madre adoptiva, sino que también ayudará al desarrollo de una relación de cariño positiva (Anisfeld 1990; Gribble 2003) que tendrá beneficios para el niño a largo plazo (Drury-Hudson 1994; Bowlby 1969).
Referencias
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Relactation: Review of Experience and Recommendations for Practice. Geneva: World Health Organization, 1998.
Karleen Gribble es educadora de comunidad de la Asociación Australiana de Lactancia Materna y Investigadora becaria adjunta en la Escuela de Enfermería/Lactancia, Familia y Salud de la Comunidad en la Universidad de Sydney oeste. Sus investigaciones se centran en la lactancia inducida (particularmente en la lactancia de niños más mayores y en la contribución de la lactancia al desarrollo de una relación de cariño segura en niños adoptados) y en las consecuencias no nutricionales de la lactancia (incluyendo la lactancia de niños más mayores). Es madre de dos hijos, uno biológico y otro adoptado en China, ambos amamantados. La editora colaboradora de Keeping Up-to-Date es Norma Ritter. Enviar ideas y artículos a Norma a norma@stnyrr.com (email), o a 58 Antler Road, Big Flats, New York 14814, USA.