Mientras estaba en una reunión a la
que acompañaba a mi esposo, convivíamos, reíamos y escuchaba las demás
conversaciones. Yo mantenía un perfil bajo, pues no conocía a nadie y todos
tenían ya sus roles muy bien establecidos por el tiempo de conocerse. Podía contribuir
realmente poco en la sesión de recuentos de anécdotas y más bien estaba
enfocada en brindar atención a mis dos bebés de 14 años y 12 meses.
Después de un rato y en un afán de
involucrarme de manera cordial a la reunión, la anfitriona me pregunto:
-¿Y tú, a que te dedicas?
-Estoy dedicada a la formación de
mejores seres humanos. (Sonreí) Por
ahora soy mamá full time.
-Ah ok, bueno y ¿qué hacías antes?
(Como si lo que hago hoy día no fuera lo suficientemente importante)
-Ah! Estudie antropología social y
también artes escénicas. Soy actriz.
-¡Ah órale, que padre!
(Sin duda eso les parecía más interesante que ser mamá)
Y de ahí se vino la nada sorprendente
serie de preguntas recurrentes de un actor
-¿En que novela has salido? ¿Puedes llorar?
¿A qué famoso conoces?
Y así fueron mis dos minutos de
efímera fama en una reunión de ex alumnos a la que fui de invitada.
La fiesta continuo, los chistes y
recuerdos iban y venía en un ambiente relajado, yo me integraba de vez en
cuando con algún comentario o una sonrisa.
Hasta que sin querer hice algo que
cambio el ritmo de la reunión.
¡AMAMANTE A MI BEBA!  (Chan
chan chaaan
)
Mar & Renata

 

Si, solo amamante discretamente a mi
bebé de 12 meses.
Los presentes fueron poco a poco
abandonando sus conversaciones y enfocándose en lo que para mí era
sencillamente la hora de comer de mí
chiquitina. De un momento a otro aquello se volcó en una lluvia de opiniones
referentes a la lactancia materna.
¡Wow! De pronto mi esposo, mi hijo,
mi beba y yo, nos encontrábamos solo como observadores dentro del ojo de un
huracán de comentarios referentes a la lactancia materna. Pocos temas hasta esa
hora habían generado tal cantidad de opiniones, diferencias y desacuerdos y
habían sido expuestos con tal cantidad de energía.
Decían cosas como: Yo no tuve leche; la leche materna es lo
mejor; es más práctico el biberón; mi mamá me amamanto hasta los 5 años; yo le
complementaba porque nunca lo llene; después de los 6 meses sale pura agua; y
si se te caen las bubis; yo si le di pero no pude más cuando volví al trabajo;
dicen que la cerveza y el atole son buenísimos; hay mujeres muy inmorales que
ni se tapan; dicen que los bebés amantados se enferman menos; ya muy grandes no
les sirve; que costosa son las latas de formula; pero qué onda con la sexualidad…etc…etc..
Y hasta uno que otro chiste como “señora su bebé me invito a desayunar”.
Mientras eso ocurría, mi hijo mayor
se concentraba en el celular, mi marido me sujetaba la mano y yo movía los ojos
de un lado a otro…Ah! y claro mi pequeña seguía feliz pegada a mi pecho sin que
nada le importara. Cual Maggie Simpson pero en lugar de chupón ¡teta!
Mar & Renata
Era tal la vorágine provocada por una
tan natural escena, que lo único que
se me ocurría hacer era escuchar. TODOS opinaban en un ping pon. Mujeres,
hombres, casados, solteros, con hijos, sin hijos,  para todos era sumamente importante decir su
experiencia y las cosas que habían oído o vivido.
Hasta que un pequeñín de unos 4 años se
me acerco inocente y me pregunto:
– ¿A que sabe?
-No sé, pero sería bueno que de un lado a chocolate y del otro a fresa
¿no?
Reímos y poco a poco se fue relajando
y cerrando el tema. Aunque siempre me quedare con la duda:
Si la hubiera alimentado con un
biberón ¿se hubiera armado tal alboroto?
Esa tarde para mí fue algo así como reveladora.
Por un lado me di cuenta que
consciente o inconscientemente a todos nos interesan los primeros años de vida
de nuestra especie, ya sea porque tenemos algún cachorro humano cerca o porque algún día lo fuimos.
Y por otra parte que, de Lactancia Materna todos queremos hablar,
aunque ignoremos por completo el asunto, todos tenemos una posición, porque nos
genera “algo”.
Es como el arte, agradable o extraño,
pero nos genera un sentimiento o una emoción.
Esto nos obliga a hablar de.
Sin embargo, es altamente peligroso
opinar sin fundamentos científicos, frente a una mamá susceptible, ya que
nuestros propios prejuicios podrían derrumbar una probable lactancia exitosa.
Como sociedad estamos en una extraña
situación, en donde NO nos permitimos responder a nuestros instintos más
primarios como amamantar o abrazar
por largas horas a un bebé -porque somos seres con mayor raciocinio, sin
embargo recurrimos a argumentos míticos y leyendas urbanas  para no amamantar. Nuestros argumentos no
están basados en información verídica, en estudios científicos o en estadísticas,
o en el apoyo de verdaderos especialistas en el tema.
Como lo dice el reconocido pediatra
español Carlos González  “…en esto de la
Lactancia y Crianza, el mundo esta tan dividido como cristianos y budistas, o
capitalistas y comunistas”.
Pero uno tiene siempre el derecho de
elegir lo que mejor le parezca o lo que sus circunstancias le ofrezcan.
Amamantar y que tu bebé reciba una
buena alimentación, es un derecho, puedes elegirlo o no, pero es tu derecho.
Mar & Renata

Como el mismo González diría
parafraseando a la LM “…lo natural es caminar, es un derecho, pero si alguien
decide usar muletas o silla de ruedas para moverse (sin necesitarlas), también
está en su derecho y debemos respetarlo.”

Por supuesto este texto lleva una
bandera blanca, para las mamás que han elegido -por las razones que sean- no
amamantar.
Es para aquellas que han querido y no
han podido, por falta de información o apoyo; o para las que amamantar se ha
convertido en un constante desafío por los continuos cuestionamientos.
En el apasionante tema de las “tetas”
del cual a todos nos encanta hablar,  apoyemos
con nuestro respeto la elección de cada mamá, apoyemos con nuestros silencios
lo que ignoramos, apoyemos con información científica y no mítica a aquellas
mamás y familias que eligen la opción Lactancia Materna, para que logren
regalarse una experiencia de vida exitosa, amorosa y feliz.

 

Si deseas más información
busca un grupo de La Liga de la Leche o a una consultora IBCLC.

Mar Ávila.


INFO: Lideres de la LLL Certificadas – México
          Consultoras de Lactancia, Certificadas – México