El terremoto en Jojutla (Morelos): la crianza con respeto, la clave.- Por Laura Chávez

El 19 de septiembre del 2017, siempre será una fecha difícil de olvidar. Mi niña tenía 4 añitos. Hemos practicado la crianza con respeto desde que nació. Fue una niña porteada hasta que ya no pude más, digo esto, porque ella era una niña muy segura.

Ese día ella estaba aún en el colegio, cuando corrimos a verla en medio del caos, fue como un película de terror. Su escuela se había caído en un 80%, la entrada estaba bloqueada por escombros, pero nos gritaban que habían salido por el portón trasero, que todos estaban bien. Corrimos a la calle de atrás, y ahí estaban todos, desde preescolar hasta preparatoria, algunos llorando y con polvo en sus cabezas. Corrimos hasta encontrar a mi niña, ella estaba ahí con su maestra, no sabía que pasaba pero no estaba llorando o asustada.

La abrazamos y nos fuimos de ahí a nuestra casa. Yo pensaba que al entrar a casa todo iba a estar bien y todo iba a ser un sueño, pero nuestra casa también sufrió muchos daños así que no pudimos no entrar. Desde ese día no volvimos, fueron muchos cambios para todos. Para mi niña, ya no volvería a la que conocía como su casa desde que nació, ya no tendría a sus abuelos de vecinos.

Mis suegros que viven en otro lugar nos dieron asilo, al inicio no notamos que le afectará, pero poco a poco vimos que sí. Lloraba más, no quería despegarse un segundo de mamá o papá. Un día, ya estábamos por dormir cuando me dice llorando así de la nada, «Mamá, ya me quiero ir a mi casita». Ahí en ese momento, pudimos llorar juntas, nos abrazamos, le dije que ta lvez no volveríamos a esa casita pero si tendría otra después.

Nos llevó varias sesiones familiares con el psícologo, varios meses, muchos cambios, ayuda de su misma escuela, para poder sanar. Ahora es la niña feliz, segura y fuerte que siempre había sido. El tipo de crianza que elegimos, ha sido clave para esto, no somos ni de cerca los mejores padres, pero vamos aprendiendo juntos. Por lo pronto mi niña ya paso por un sismos muy fuertes y una pandemia, pero vamos juntitos y sosteniéndonos.

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