A veces una madre puede producir más leche de la que su bebé necesita. A pesar de que tener demasiada leche puede parecer un problema positivo, un flujo de leche incrementado en un seno demasiado lleno puede hacer que las sesiones de alimentación se vuelvan estresantes e incomodas para la madre y el bebé. Los bebés también pueden volverse irritables entre sesiones de alimentación cuando se produce demasiada leche.
La mayoría de los bebés cuyas madres producen demasiada leche (sobreproducción) suben de peso mucho más rápido de lo normal, y producen muchos más pañales mojados y sucios a lo largo del día. (Ver ¿Cómo puedo saber si mi bebé está recibiendo suficiente leche? para información sobre incremento de peso normal y cantidad de pañales mojados/sucios diarios.) Que un bebé suba de peso más de lo normal está perfectamente bien para un bebé que toma leche materna de forma exclusiva, siempre y cuando este sea un bebé generalmente feliz y se alimente sin problemas. Esto sólo es una complicación cuando la mamá o el bebé tienen dificultades como resultado de la sobreproducción de leche.
Algunos bebés de madres con sobreproducción pueden no estar recibiendo suficiente leche, porque les es difícil manejar el fuerte flujo con el que esta sale, dificultando el alimentarse. Estos bebés necesitan sesiones de alimentación suplementarias (preferiblemente con la leche materna extraída de su madre), hasta que el suministro de leche pueda ajustarse para satisfacer mejor las necesidades del bebé.
Los siguientes comportamientos se pueden presentar cuando una madre produce más leche de la que su bebé puede manejar:
- El bebé llora mucho y a menudo se muestra muy irritable y/o inquieto.
- A veces el bebé puede tragar demasiado rápido, atragantarse, chisporrotear o toser durante la lactancia.
- El bebé puede parecer estar mordiendo o tratando de apretar el pezón mientras se alimenta.
- Un chorro de leche sale cuando el bebé suelta el seno, sobre todo al comenzar las sesiones de lactancia.
- Los pezones de la madre se sienten irritados.
- El bebé puede arquear la espalda o sostenerse de forma muy rígida, gritando a veces.
- Las sesiones de lactancia se sienten como si fueran batallas, con el bebé comiendo entre pataletas y soltando el seno a menudo.
- Las sesiones pueden ser cortas, durando entre 5 o 10 minutos en total.
- El bebé puede parecer tener una relación de “amor – odio” con el seno.
- El bebé puede tener muchos gases entre comidas, con la tendencia a vomitar a menudo.
- El bebé puede tener deposiciones verdosas, aguadas, espumosas y que salen de forma explosiva.
- Los senos de la madre se sienten llenos la mayor parte del tiempo.
- La madre puede sufrir frecuentemente de ductos tapados, que pueden resultar en mastitis (infección del seno).
Si varias de estas experiencias le son familiares, puede ser porque usted está produciendo demasiada leche, que puede causar que esta sea expulsada fuertemente del seno (que también se le conoce como “reflejo intenso de eyección de leche”), o un desequilibrio entre la leche inicial y la leche final. [1][2] Los comportamientos del recién nacido que se describieron arriba pueden ser causados por estos aspectos, pero a menudo son confundidos en la diagnosis con cólico, intolerancia a la lactosa, alergia a la proteína de la leche, reflujo o híper-tonicidad (tono muscular rígido).
Si usted está experimentando sobreproducción de leche, fuerte eyección de la leche, y/o desequilibrio entre la leche inicial y la leche final, las estrategias descritas a continuación pueden mejorar considerablemente su experiencia al lactar. Afortunadamente, la sobreproducción de leche tiende a balancearse de forma natural a un nivel más manejable alrededor del final del tercer mes del bebé.
¿Por qué se presenta la sobreproducción de leche?
Hay varias razones de por qué una madre puede generar sobreproducción de leche. El cuerpo de algunas madres puede ser muy entusiasta y producir demasiada leche desde el principio. En otros casos la sobreproducción puede presentarse tras tomar consejos sobre lactancia que incrementan la producción de leche de forma no intencional.
Esto es especialmente probable cuando una madre extrae una considerable cantidad de leche antes de amamantar, con el fin de hacer más lento el flujo de leche y así volverlo más manejable para el bebé. La madre puede lograr el objetivo inmediato, pero termina con un problema crónico como resultado. Otra causa puede ser el cambiar al bebé de seno de forma rutinaria antes de que haya desocupado el seno con el que empezó a alimentarse. Esto sucede cuando las madres amamantan durante un tiempo específico en cada seno, o cuando están tratando de encontrar un lado en que el bebé no se queje tanto. Los senos de algunas madres son altamente sensibles a la estimulación, y el cambiar de un seno al otro sin desocuparlos bien, puede resultar en la sobreproducción de leche en ambos senos.
Varios problemas de sobreproducción son frecuentemente creados por creencias culturales sobre cómo debe llevarse a cabo la lactancia, los cuales las madres leen en libros o en el internet, o son brindados por amigos, doctores o familiares que tienen buenas intenciones. A una madre se le pudo haber dicho que debe amamantar un número específico de minutos en cada seno, o que el bebé debe tomar de ambos senos en cada sesión. Sin embargo, para una madre con sobreproducción de leche, el bebé puede llenarse tan rápido de un solo seno que ella piense que debe separarlo del primer seno antes de que lo desocupe lo suficiente, con el fin de que aún acepte el segundo seno. Quita al bebé del seno antes de que obtenga la leche más cremosa, y luego el bebé se llena de la leche más aguada (leche inicial) del segundo seno. Alimentarse en grande de la leche inicial, que tiene menos calorías, crea un ciclo que se auto perpetúa: el estómago del bebé se siente distendido e incómodo de tanto comer, pero aún tiene hambre porque no obtuvo suficiente leche cremosa que le satisfaga. Así que el bebé llora para que se le vuelva a alimentar, y la madre concluye que el bebé no debe estar recibiendo suficiente leche, porque este nunca parece estar satisfecho.
El siguiente problema también puede resultar de este mal manejo sin intención. La leche inicial es rica en lactosa, un azúcar de la leche que es normal y necesario, pero que en grandes cantidades puede causar gases e incomodidad, frecuentemente con defecaciones verdes o espumosas, y aguadas. Con el pasar del tiempo, la lactosa que no es digerida puede irritar el recubrimiento de los intestinos, causando intolerancia a la lactosa secundaria y posiblemente pequeñas cantidades de sangre en las deposiciones, lo que puede ser equivocadamente diagnosticado como una alergia a la leche. El ajustar la lactancia para incrementar la cantidad de crema que el bebé recibe (desocupar un seno antes de cambiar al otro) por lo general corrige el problema. Para información más a fondo sobre leche inicial, leche final y lactosa, visite nuestras FAQ’s (preguntas comunes) de leche inicial, final y lactosa.
Estrategias para disminuir la producción de leche.
Cambiar la forma en que alimenta a su bebé puede reducir el volumen general de leche que se produce y la cantidad de lactosa que el bebé recibe, incrementando así mismo la cantidad de grasa que ingiere. Dado que la sobreproducción de leche a menudo proporciona suficiente leche en cada seno para una sesión completa de alimentación, una estrategia puede ser amamantar al bebé de un solo lado en cada sesión. Si su bebé quiere volver a comer en dos horas, observe cómo reacciona si le vuelve a ofrecer el mismo seno con el que lo amamantó en la última sesión. En las siguientes dos horas ofrézcale únicamente el otro seno, con el que aún no se ha alimentado. Los senos deben ir reduciendo gradualmente la cantidad de leche producida ya que esta está siendo removida con menos frecuencia. Esto ayuda a regular la producción de leche para satisfacer las verdaderas necesidades del bebé, mientras también reduce la cantidad de leche inicial y lactosa que este recibe. Cuando usted mantiene al bebé en el mismo seno por periodos de tiempo más largos, esto también asegura que su bebé este desocupando por completo el seno y obteniendo más de la leche final que es más rica en calorías.
Si el seno que no está utilizando se siente incómodo antes de que le toque el turno de alimentar de nuevo, usted puede extraer la leche, sea manualmente o con un extractor, por unos segundos (20 o 30 segundos o menos), justo lo suficiente para mejorar la incomodidad. No extraiga demasiada leche o le estará diciendo a su seno que produzca aún más leche. Existe una proteína de suero en la leche, llamada “Factor Inhibidor de la Lactancia ” (FIL), que empieza a acumularse y hacerse más concentrada cuando la leche no ha sido removida durante un tiempo. Es necesario que esta proteína se acumule lo suficiente para hacer que el seno disminuya la producción de leche. Al remover sólo la cantidad de leche necesaria para volver a estar cómoda, pero lo suficiente para desencadenar el mensaje de “disminuir la producción de leche”, la mayoría de las madres pueden controlar la sobreproducción sin arriesgarse a sufrir de ductos tapados o infecciones en el seno. Las compresas frías — hojas de repollo verde frías o una bolsa de arvejas congeladas — ayudan a aliviar la incomodidad y reducir la inflamación causada por estar demasiado llena.
Usted sabrá si la estrategia de amamantar de un mismo lado por largos periodos de tiempo está funcionando cuando el bebé esté menos irritable, parezca estar más satisfecho entre comidas, y sus deposiciones son menos aguadas y más amarillas. El bebé también dejará de tragar tan rápido, de atragantarse y de chisporrotear durante las comidas, porque la leche no fluirá con tanta fuerza.
Si usted nota que su bebé aún tiene dificultades después de cuatro a siete días de comer de un solo seno por sesión, puede empezar a amamantarlo de un solo seno por más tiempo (dos o tres sesiones o más) para disminuir la cantidad de leche aún más. Algunas madres con sobreproducción extrema pueden necesitar amamantar de un solo seno por periodos hasta de 12 horas. Es mejor extender el tiempo de amamantar en un solo seno de forma lenta y cuidadosa, alargando la sesión únicamente si la producción de leche no está disminuyendo. El alimentar en un solo lado por mucho tiempo puede disminuir demasiado la producción de leche. (A la mayoría de las madres con sobreproducción de leche les es fácil lograr la producción adecuada con algunas sesiones de alimentación adicionales en cada seno).
Si sus senos son entusiastas y la estrategia de alimentar de un solo lado no los está domando, puede necesitar implementar una estrategia más extrema y estructurada, que inicialmente incluye algo de extracción de la leche. Empiece extrayendo la leche en ambos senos completamente una hora antes de amamantar para que sus senos estén considerablemente suaves. Luego alimente con un solo seno durante varias sesiones hasta que ese seno se sienta suave y el otro se sienta insoportablemente lleno. Cuando se siente demasiado llena, cambie de lado y alimente del segundo seno hasta que el primero se empiece a sentir insoportablemente lleno. Es posible que tenga que extraer la leche de ambos senos una segunda vez durante el día, tanto por comodidad como para evitar ductos tapados. Durante los próximos días, continúe amamantando de un mismo seno hasta que el otro se sienta demasiado lleno. Esto implica mantener al bebé en el mismo seno durante varias horas antes de cambiar. A medida que a su cuerpo se le permita recibir el mensaje de “demasiado lleno”, este responderá por disminuir la cantidad de leche producida, y el extraer la leche debe volverse innecesario gradualmente.
Si después de intentar estas técnicas las sesiones de alimentación no mejoran considerablemente, puede ser necesario tomar medidas más drásticas para disminuir la sobreproducción. Un representante de LLLI puede compartir información con usted y su doctor para ayudar a manejar la sobreproducción utilizando medicamentos y hierbas. En algunas situaciones, el uso de anticonceptivos que contengan tanto progesterona como estrógeno, por vía oral durante cuatro a siete días, puede ser utilizado para disminuir la producción de leche a un nivel más apropiado. El té de Salvia ha ayudado a algunas madres a reducir la sobreproducción, así como el uso moderado de la pseudoefedrina (Sudafed, Halofed, Novafed). Algunas madres también han descubierto que las mentas o pastillas contra la tos para chupar que contienen yerbabuena, el té de yerbabuena, salvia, y tomillo ayudan a reducir la producción de leche, aunque tomaría una enorme cantidad de mentas para hacer efecto en una madre que tenga problemas severos.
ESTRATÉGIAS PARA REDUCIR LA FUERZA CON LA QUE LA LECHE SALE DEL SENO
Cuando una madre produce un gran volumen de leche, el reflejo de eyección de la leche será más fuerte. Toda esa leche bajando rápidamente por los ductos puede ser más de lo que un bebé puede manejar. Es como tratar de tomar de una manguera que está prendida al máximo, mientras estas acostado sobre la espalda. Además de atorarse o atragantarse, escupir, y toser cuando la leche sale, el bebé puede intentar controlar el flujo de leche al soltar un poco el pezón adoptando un agarre superficial / mal agarre. Esto puede ser muy doloroso para la madre. O, el bebé puede simplemente apretar la mordida para tratar de hacer el flujo más lento, resultando en una sensación de que está “mordiendo” el pezón. El bebé puede que también grite y arquee su espalda para hacerle saber que algo debe cambiar.
Algunas veces se recomienda que las madres que tienen sobreproducción de leche o fuerte eyección de leche (el bajar de la leche) extraigan más o menos una onza de leche antes de amamantar para ayudar a disminuir la fuerza de eyección. Sin embargo, esta práctica tiende a ser contraproducente ya que el remover esa cantidad de leche del seno incrementa la producción de leche, que así mismo hará que la fuerza de eyección aumente aún más.
Existen muchas estrategias que pueden ayudar a manejar una fuerte eyección de leche sin generar sobreproducción. El colocar al bebé en una posición más vertical, para que su cabeza esté más alta que el seno, le permitirá tener más control durante la alimentación. O usted se puede colocar en una posición más reclinada, con el bebé casi encima suyo después de que este se agarra del pezón. En esta posición el flujo de la leche tiene que ir “cuesta arriba”, lo cual reducirá la fuerza de eyección.
Algunas madres han descubierto que el agarrar la areola del pezón con los dedos a forma de tijeras (agarre de tijera), con el pezón entre el dedo índice y el dedo corazón, ayuda a restringir el flujo de leche. Otra opción es aplicar presión sobre el costado del seno con el talón de la mano. (Intente variar la posición de la mano para evitar apretar los ductos demasiado y generar un tapón sin querer.) También es útil alimentar a su bebé cuando este se está despertando de las siestas. El bebé chupará más suavemente cuando tiene sueño.
Si el bebé se atora o empieza a escupir, suéltelo del seno y deje que el exceso de leche caiga en una toalla. Vuélvalo a poner en el seno cuando la fuerza de eyección de la leche se haya disminuido.
Muchas madres con sobreproducción encuentran que alimentar acostadas de lado hace que la alimentación sea más fácil porque la leche fluye horizontalmente del seno sin la fuerza de gravedad, y los bebés pueden dejar que la leche excedente les escurra de la boca en vez de tener que tragársela. (Coloque una toalla debajo de usted y su bebé para que recoja la leche extra). Coloque una cobija enrollada detrás de la espalda de su bebé para evitar que este se ruede y se separe de usted. Si aún están acostados para la siguiente alimentación y está lista para ofrecerle el seno contrario, puede voltearse con su bebé hacia el otro lado, para que el otro seno esté contra la cama y su leche no esté fluyendo cuesta abajo con cada vez más fuerza.
Esta posición puede ser un poco difícil de dominar ya que no es fácil lograr que el bebé agarre bien el seno cuando está acostado. A veces es útil colocar al bebé con el pezón apuntando a su nariz para que su cuello esté extendido y el bebé esté mirando hacia arriba cuando se agarra. Algunas madres agarran al bebé del seno estando sentadas y luego lentamente se acuestan de lado sosteniendo al bebé cuidadosa pero firmemente para que no se suelte. Un gran beneficio de aprender a amamantar acostada es que usted se puede dormir mientras su bebé come. No se preocupe porque su bebé no pueda respirar; los bebés prefieren el aire por encima de la comida. Mientras no haya almohadas o cobijas alrededor de su cabeza, su bebé podrá mover su cabeza libremente cuando termine de amamantar. El bebé puede descansar la cabeza contra su seno como si fuera una almohada. (Tenga en cuenta que madres con senos muy grandes tienen que tener más cuidado de que el niño tenga el espacio para mover su cabeza.) Para más información sobre la posición de lado vea nuestras preguntas frecuentes sobre Cómo acostarse de lado (próximamente disponible).
Algunos bebés manejan la fuerte eyección de leche tomando solamente un poquito de leche a la vez, parando y volviendo empezar frecuentemente. Es como si estuvieran comiendo varios platos para su cena. Esto es perfectamente aceptable, permítale separarse y volverse a agarrar del seno cuantas veces quiera, asegurándose de seguirle ofreciendo a su bebé el mismo seno para cada “plato”, para que así tenga la oportunidad de comer la leche más cremosa.
Aunque puede presentársele la tentación de alargar las sesiones de alimentación cuando sus pezones están adoloridos, el alimentar a su bebé antes de que tenga mucha hambre evitará que esté succione de forma agresiva, lo cual no solamente duele cuando los pezones ya están adoloridos, sino que puede causar más daño al pezón. Succionar con demasiada fuerza puede también causar una eyección de leche más fuerte, dificultando aún más la alimentación.
OTROS PROBLEMAS DE SOBREPRODUCCIÓN
La sobreproducción puede contribuir al goteo. Cuando sus senos gotean en momentos inoportunos, apliqué presión a los pezones al presionar sus brazos o los talones de sus manos fuertemente contra su pecho durante unos minutos. Algunas madres encuentran que echarse agua fría en los pezones o sobarlos suavemente con hielo cada tres o cuatro horas, ayuda a disminuir el goteo. [3] Otras madres se han beneficiado con el uso de productos comerciales que están diseñados para reducir el goteo. La mayoría de las madres encuentran que el goteo se disminuye considerablemente tras los primeros meses de lactancia.
A pesar de que la mayoría de los bebés alimentados con leche materna no necesitan que se le saquen los gases mucho, las madres que producen grandes cantidades de leche notan que sus bebés tragan más aire durante la alimentación y tienen más gases debido al exceso de lactosa. El sacarle los gases minimiza los problemas generados por tragar aire. Recuerde traer al bebé al primer seno en vez de cambiar el seno después de sacar los gases.
Mientras usted controla su sobreproducción, no olvide contactar a una líder de La Liga a de la Leche para que le brinde ayuda para solucionar este problema frustrante y común.
Resumen de estrategias para reducir la sobreproducción de leche y la fuerza de eyección.
- Amamante de un solo seno durante cada sesión, continuando con ese mismo seno durante por lo menos 2 horas hasta la siguiente sesión.
-
- Incremente la cantidad de tiempo que está amamantando de un mismo seno de forma gradual, si es necesario.
- Si esta estrategia no es efectiva, intente el vaciar los senos con un extractor y después amamantar de un solo seno hasta que este esté intolerablemente lleno (esto se describe detalladamente arriba).
- Si el otro seno se siente demasiado lleno antes de que usted esté preparada para utilizarlo, extraiga la leche durante unos momentos para disminuir la presión
- Utilice hojas frías de repollo o una bolsa de alverjas congeladas para aliviar la incomodidad y la hinchazón.
- Ver las FAQ’s (preguntas comunes) sobre Hinchazón para más sugerencias.
- Amamante al bebé antes de que esté demasiado hambriento para evitar que chupe de forma agresiva.
- Alterne las posiciones en las que amamanta.
- La madre casi acostada.
- Acostada de un lado (dejando que la leche en exceso se riegue mientras el bebé se alimenta).
- Tome sus senos con el agarre de tijera o con el lado de su mano para comprimir los ductos y reducir la fuerza de eyección de la leche.
- Si el bebé se atora o chisporrotea, suéltelo del seno y dejé que la leche caiga sobre una toalla.
- Permita que el bebé suelte y vuelva a tomar el seno a su voluntad.
- Sáquele los gases frecuentemente si tiene gases.
- Algunas hierbas y drogas, utilizadas de forma adecuada, pueden ayudar a reducir la producción de leche.
Escrito por Diana West, BA, IBCLC, co-autor con Lisa Marasco de La Guía para Madres Lactantes Sobre Cómo Producir Más Leche (The Breastfeeding Mother’s Guide to Making More Milk) (McGraw-Hill, Diciembre 2008) y Elliot Hirsch de La Lactancia Tras Procesos Quirurgicos en Senos y Pezones (Breastfeeding After Breast and Nipple Procedures) (Hale Publishing, Julio 2008), y autor de La Herramienta de Triage de Lactancia para el Clínico (The Clinician’s Breastfeeding Triage Tool) (International Lactation Consultants Association, 2006) y DEFINIENDO SU PROPIO ÉXITO: LACTANCIA TRAS CIRUGÍA DE REDUCCIÓN DE SENOS (DEFINING YOUR OWN SUCCESS: BREASTFEEDING AFTER BREAST REDUCTION SURGERY) (LLLI, 2001).
Referencias
[1] Livingstone, V. Demasiado de una Buena cosa. Sindromes infantiles y maternos de hiper-lactancia. (Too much of a good thing. Maternal and infant hyperlactation syndromes.) Can Fam Physician 1996 Enero; 42:89-99.
[2] Smillie, C., Campbell, S., Iwinski, S. Hiper-lactancia: Cómo las reglas del “cerebro izquierdo” para la lactancia pueden crear desastres en un proceso natural. (Hyperlactation: How left-brained “rules” for breastfeeding can wreak havoc with a natural process.) Newborn Infant Nursing Rev 2005; 5(1):49-58.
[3] Newton, M. y Newton, N. El refllejo de bajar la leche en la lactancia humana. (The let-down reflex in human lactation.) Pediatrics1948; 33:69-87.
Traducido por Catalina Hernández Gómez | July 2016 La Leche League voluntario