Nota Editorial: Ofrecemos artículos de nuestras publicaciones de años anteriores como referencia para nuestras Líderes y miembros. Los lectores deben tener en cuenta que la investigación y la información médica cambian con el tiempo.

Catherine Watson Genna
New York City, NY, USA

Traducción cortesía de Norma Escobar
Revisado por Mónica Tesone y Waleska Porras

Tomado de LEAVEN
Volumen 38, No. 2, abril-mayo 2002

La condición llamada “frenillo corto” o “anquiloglosia” (derivado del griego que significa “lengua torcida”) es aquella en la que el tejido debajo de la lengua que une a ésta con la parte inferior de la boca restringe el movimiento de la lengua. En los niños con frenillo corto, generalmente esta banda de tejido se encuentra muy cerca de la punta de la lengua, lo cual deja muy poco movimiento libre, aunque también se presenta como frenillo demasiado corto o inflexible. En generaciones pasadas, esta condición comúnmente se diagnosticaba y remediaba al nacer el niño para prevenir problemas de lactancia y del habla. Sin embargo, al ir disminuyendo la popularidad de la lactancia en los años 1940 y 1950, este tratamiento dejó de ser común. Con el apogeo de la lactancia en los últimos años, el frenillo corto nuevamente se ha identificado como un problema y los investigadores, como consecuencia, han empezado a identificar criterios de diagnóstico y tratamientos que sean apropiados para apoyar la lactancia materna.

Al alcanzar el niño 18 meses de edad, la lengua normalmente mide por lo menos 16 milímetros. (Kotlow 1999). La punta de la lengua debe de poder extenderse hasta tocar los labios, levantarse hasta el paladar y con la punta lograr alcanzar todas las encías. Si un niño tiene el frenillo corto y trata de extender la lengua, suele no poder hacerlo más allá de su labio inferior, o incluso la punta de la lengua se ve forzada hacia abajo. Si el frenillo es muy inflexible, la parte posterior de la lengua se levantará mientras que la parte de enfrente permanece pegada a la parte inferior de la boca, formando una honda o joroba. Si el bebé con frenillo corto intenta levantar su lengua, frecuentemente se observará una pequeña depresión en la punta de la lengua, semejante a la parte superior de un dibujo de un corazón. Los lados de la lengua se levantarán mas que el centro si el bebé tiene el frenillo corto. Si el niño intenta mover la lengua hacia un lado o el otro de su boca, torcerá su lengua al hacerlo y no podrá volver la punta de la lengua a las encías. En casos serios, el frenillo corto no le permite al bebé extender su lengua sobre las encías inferiores. Es la presencia de la lengua encima de las encías inferiores lo que inhibe el reflejo de mordida del bebé. Si el seno toca la encía inferior, el bebé, por reflejo, morderá.

La lengua juega un papel muy importante en la lactancia materna. Ayuda a jalar el pecho a la posición adecuada dentro de la boca y luego forma un surco a lo largo del pecho para mantener el tejido en posición dentro de la boca y sostiene la leche en la parte posterior hasta el momento de tragar. Estudios por ultrasonido y cineradiografia (rayos-x en movimiento) han identificado los movimientos de la lengua durante la lactancia. (Ardran 1958; Bosma 1990; Woolrich 1986). La punta de la lengua se eleva y atrapa la leche enfrente del pecho y, luego, una ola de compresión la mueve hacia atrás desde la parte de enfrente del pecho hasta la mitad, comprimiendo la leche de la areola hacia el pezón. La parte posterior de la lengua baja hasta tocar el fondo de la boca para bajar la presión en la boca, y la leche sale del pecho por la combinación de presión positiva (compresión) y negativa (succión).

Las dificultades que presenta el frenillo corto para la lactancia dependerán del grado de flexibilidad, el largo de la lengua que queda libre y la flexibilidad del fondo de la boca. Aun cuando el frenillo se encuentra afianzado hasta la punta de la lengua, el niño puede lograr una lactancia sin intervenciones si el fondo de la boca es muy flexible y permite el movimiento de la lengua, pero el niño tendrá que compensar bastante y las tomas serán cansadas y menos eficientes. De la misma manera, algunos bebés pueden no mostrar el frenillo afianzado, sino que más bien corto y no les permite levantar ni extender la lengua. Un bebé que no recibe tratamiento para esta condición necesitará (en general) tomas más frecuentes y prolongadas que un niño sin este problema. Los niños que no reciben tratamiento para frenillo corto tienen predisposición para problemas dentales y respiratorios debido al movimiento restringido de la lengua durante la lactancia que ayuda a abrir y separar el paladar. (Palmer 1998).

Los bebés compensan el frenillo corto de varias formas. La forma más común es usar su mandíbula para incrementar la presión positiva que ejercen sobre el pecho. En este caso, la madre se queja de que el niño la muerde o mastica cuando mama. El pezón sale de la boca del niño deformado, comprimido o pellizcado como la punta de un lápiz labial nuevo, con una cresta de compresión a lo largo del pezón. El pezón puede mostrar una ampolla en la punta, incluso formando una grieta. El dolor de la madre depende del nivel de compresión del pezón y el daño a su piel. El bebé también se fatiga más fácilmente cuando usa la compresión en exceso y en casos muy pronunciados, muestran temblores en la mandíbula debido al cansancio muscular e interrumpen la toma.

Un afianzamiento poco profundo acentúa la compresión excesiva que los niños con frenillo corto usan al mamar. Cuando el bebé no logra tomar el pecho bien adentro de su boca, su lengua es menos estable. Una lengua con poca estabilidad significa que el bebé debe ejercer mas presión para sacar la leche. El dolor puede inhibir el reflejo de expulsión de la leche, y el bebé incrementa la presión para intentar obtener mas leche. Una vez que empieza a salir más leche, el bebé deja de ejercer tanta presión y la leche reduce la fricción, lubricando el pezón; ambas de estas cosas alivian temporalmente el dolor de la madre.

Otra manera muy común de compensar es usar los labios (en vez de la lengua) para lograr extraer la leche del pecho cuando el frenillo es corto o el afianzamiento es poco profundo. Durante la toma, los labios del bebé deben mantener un sello alrededor del pecho, pero sin moverse demasiado. Si los labios están demasiado extendidos (como de pescado) el bebé puede estar usándolos para extraer leche en vez de usar la lengua. Es posible que el niño esté usando sus labios para afianzarse al pecho. Los niños con frenillo corto tienden a “soltarse” del pecho varias veces durante la toma.

Los bebés con frenillo corto a menudo pueden mamar siempre y cuando se ponga mucha atención a la posición y colocación al pecho. Una colocación asimétrica, donde se presenta el pezón hacia el labio superior del niño para que extienda su cabeza ligeramente hacia atrás, abra la boca bien grande y se coloque al pecho con el labio inferior y la punta de la lengua tan lejos de la punta del pezón como sea posible puede ayudar a lograr esta meta (Eastman 2000). También puede ser de ayuda que la madre coloque el labio inferior del niño sobre su areola y use este punto como eje para la colocación al pecho, casi rodando el pecho hacia la boca del niño. Si el bebé se atraganta durante la toma, el reclinarse hasta estar casi recostada puede ayudarle a procesar el chorro de leche. Se le puede animar a la madre a ser paciente con su hijo y no esperar que termine de mamar tan rápidamente como otros bebés. Un bebé con frenillo corto corre el riesgo de retraso del crecimiento si se le ponen horarios estrictos o si sus tomas al pecho se limitan.

La consideración más importante para decidir si el bebé necesitará evaluación y tratamiento es qué tan bien funciona la lengua. Si el frenillo parece estar muy corto o muy cerca de la punta de la lengua, pero el niño esta mamando adecuadamente y subiendo bien de peso, tragando sin problemas y la madre no tiene dolor o inquietud, entonces hay menos preocupación que si la lengua se ve bien, pero el niño esta presentando problemas para transferir leche o si su madre tiene dolor al amamantar.

Varios profesionales pueden evaluar y tratar el frenillo corto que restringe y afecta a la lactancia. Cirujanos orales, ortodoncistas, otorrinolaringólogos, cirujanos especialistas en pediatría, algunos pediatras y dentistas. La madre puede solicitar una recomendación de su médico para encontrar un especialista. Existen varios tratamientos para el frenillo corto. El tratamiento más sencillo y el que se usa en la mayoría de los casos es una frenotomía, donde el frenillo se corta con tijeras estériles bajo anestesia local. La frenotomía provoca muy poco sangrado y es un procedimiento con muy pocos riesgos. El bebé casi siempre puede empezar a mamar inmediatamente después de la operación, y la madre puede notar una diferencia inmediata en la eficiencia y comodidad de la lactancia. Otros niños pueden tardar hasta una semana o dos aprendiendo a usar su lengua que por primera vez en su vida tiene mayor movimiento. Si parece ser que el bebé necesita ayuda aprendiendo a succionar bien después de la operación, la madre puede buscar ayuda del especialista en problemas de este tipo.

El papel principal de la Líder es ofrecerle a la madre apoyo e información sobre las opciones de tratamiento. Si el frenillo corto parece ser problemático, la Líder puede ayudar a la madre a resolver el dolor de sus pezones, así como compartir con ella información sobre esta condición, animándola a buscar ayuda para su hijo. Si la madre no quisiera llevar el tema a la atención médica, la Líder puede ayudarle a ensayar preguntas y respuestas para comunicarse mejor con el personal de salud (Sachetti 1998). Algunos padres no desean tratamiento médico para sus hijos y algunos médicos rechazan la idea de tratarlo Si alguna de estas situaciones llega a ocurrir, la Líder respetará la decisión de los padres y apoyará a la madre en su lactancia, y posiblemente apoyará la búsqueda de otro médico que pueda tratar esta condición, reconociendo que el alimentar al niño con frenillo corto por cualquier método será menos eficiente que alimentar a un bebé que no tenga este problema.

Referencias

Ardran, G., Kemp, F., Lind J. A cineradiographic study of breastfeeding. British Journal of Radiology 1958; 31(363): 156-162.

Bosma, J., Hepburn, L., Josell, S., et al. Ultrasound demonstration of tongue motions during suckle feeding. Developmental Med Child Neurol 1990; 32: 223-229.

Eastman, A. The mother-baby dance: positioning and latch-on. Leaven Aug/Sept 2000; 63-68.

Hazelbaker, A. K. The Assessment Tool for Lingual Frenulum Function. Columbus, Ohio: Self-published, 1993.

Kotlow, L. A. Ankyloglossia (tongue-tie): a diagnostic and treatment quandary. Quintessence Int. 1999 Apr; 30(4): 259-62.

Marmet, C., Shell, E. Training neonates to suck correctly. MCN 1984; 9: 401-407.

Marmet, C., Shell, E., Marmet, R. Neonatal frenotomy may be necessary to correct breastfeeding problems. J Hum Lact 1990 Sep; 6(3): 117-21.

Merewood, A. and Philipp, B. Breastfeeding: Conditions and Diseases. Amarillo, TX: Pharmasoft Publishing, 2001.

Messner, A. H. Ankyloglossia: incidence and associated feeding difficulties. Arch Otolaryngol Head Neck Surg 2000 Jan; 126(1): 36-9.

Nicholson, W. L. Tongue-tie (ankyloglossia) associated with breastfeeding problems. J Hum Lact 1991 Jun; 7(2): 82-4.

Palmer, B. The influence of breastfeeding on the development of the oral cavity: a commentary. J Hum Lact 1998 Jun; 14(2): 93-8.

Sachetti, D. (ed.) Leader’s Handbook, revised edition. Schaumburg, Illinois: La Leche League International, 1998.

Wiessinger, D., Miller, M. Breastfeeding difficulties as a result of tight lingual and labial frena: a case report. J Hum Lact 1995 Dec; 11(4): 313-6.

Woolridge, M. The ‘anatomy’ of infant sucking. Midwifery 1986; 2:164-171.

Woolridge, M. Aetiology of sore nipples. Midwifery 1986; 2:172-176.

Diferentes tipos de frenillos

El frenillo es un doblez de membrana mucosa que conecta dos partes, una más o menos movible y que sirve para controlar el movimiento de dicha parte. “Aparte del frenillo lingual, hay otros frenillos en la boca. El frenillo bucal conecta las mejillas con las encías, el frenillo labial conecta los labios con las encías; el frenillo labial superior corre del centro del labio superior interno, hasta la base de la encía superior.

Un bebé que no puede extender su labio superior (debido a un frenillo labial superior corto) va a tener que alterar su colocación al pecho para mantener su labio más cerca de su encía. Para algunas madres y bebés, esta colocación puede interferir con la lactancia eficaz. Una madre con un pezón corto y con tejido del pecho poco flexible puede tener problemas hasta para lograr que el bebé se afiance al pecho, si para afianzarse bien, el niño tuviera que extender bien los labios. Es posible que un frenillo labial inferior muy corto pudiera causar problemas similares, al no permitir la extensión normal del labio inferior”.

Wiessinger, D. and Miller, M. Breastfeeding difficulties as a result of tight lingual and labial frena: a case report. J Hum Lact 1995 Dec; 111(4): 313-6.

Nota del editor: Sheila Fitzgerald de Irvine, California, USA compartió la historia de su hijo con frenillo corto en la revista New Beginnings de marzo-abril 2002. Patty Spanjer, de Dalton, Georgia, USA, cuenta la historia de su hijo con frenillo lingual corto en New Beginnings, septiembre-octubre 2000.

Para mayor información:

El portal electrónico del Dr. Brian Palmer incluye una presentación sobre frenillos desde el punto de vista de un dentista : Frenums, Tongue-Tie, Ankyloglossia 2001.
Este archivo se puede bajar de la red en PDF (portable document format). La presentación que muestra los efectos de anquiloglosia sobre la estructura oral se pueden ver en: www.brianpalmerdds.com/frenum.htm

Frenillo corto y su influencia en la lactancia ( Tongue-Tie: Impact on Breastfeeding) por la Dra. Evelyn Jain, es un video de 18 minutos sobre frenillo corto para el éedico y la consultora de lactancia. En éste se demuestran diferentes técnicas de frenotomias. Se puede pedir a la siguiente dirección:

Lakeview Breastfeeding Clinic
6628 Crowchild Trail S.W.
Calgary, Alberta, Canada
T3E 5R8
Fax: 403-249-0156
www.drjain.com/

Catherine Watson Genna, BS, IBCLC, es Líder en reserva de la Liga de la Leche en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, donde reside con su esposo, Dave, y sus hijos, Vinny (15) y Alyssa (12). Es consultora en lactancia y tiene experiencia personal y profesional en el tema la lactancia de un bebé con frenillo corto. .