Información perteneciente a la revista NUEVO COMIENZO, Vol. 15 Numero 1 Año 2003
Durante mucho tiempo se consideró que el dolor en os pezones era una fatalidad que debían sufrir las mamás de piel clara o frágil, o como el castigo que debían sufrir aquellas que no había preparado bien sus pezones durante el embarazo. Sin embargo, desde hace 20 años sabemos que el papel que juega la posición del bebé mientras succiona del seno, la posición de sus labios, sus encías, su lengua… en la aparición de esos dolores.
¿Qué síntomas nos deben hacer pensar en una candidiasis mamaria?
La candidiasis provoca un dolor intenso en los pezones y también en el interior cuando la micosis “remonta” los canales lactíferos. El dolor parece una quemadura y las mujeres hablan de punzadas radiantes, de “fuego líquido”… El dolor se siente durante toda la lactada y a menudo es más intenso al final de ella y persiste entre una comida y otra. Esto la diferencia del dolor provocado por la succión del bebé. Los pezones pueden irritarse, tener un aspecto rosáceo brillante, ser el inicio de comezón.
El bebé puede tener muguete (¿) en la boca, un eritema fessier. Pero hay que tener en cuenta que todos estos síntomas pueden no presentarse simultáneamente, a menudo el único síntoma frecuente es el dolor característico descrito por la madre. Y contrariamente a lo que se podría suponer con una afección contagiosa como la micosis, es posible que esté presente en un solo seno.
¿Qué provoca la candidiasis?
Como su nombre lo indica, la responsable es la Candida albicans, que cuando prolifera de manera anormal se vuelve patógena causando enormes molestias. Los factores que favorecen son la existencia en la madre de otro lugar de su anatomía con candidiasis (especialmente vaginal), la toma de antibióticos, una grieta que favorece una sobre infección, fatiga y todas aquellas circunstancias que favorecen la baja de las defensas inmunitarias, el uso de cojinetes o de vestimentas que favorecen la maceración (la Candida albicans adora los lugares calientes, húmedos y oscuros…), la ingestión de píldoras que contengan estrógenos, la falta o el exceso de higiene…
¿Es necesario hacer exámenes?
Son absolutamente inútiles. La búsqueda de la Candida es aleatoria y los exámenes no dan claridad. La decisión de tratar se toma de acuerdo con los síntomas, en particular el dolor característico.. Si el tratamiento provee alivio rápido, había una buena candidiasis.
¿A quién tratar?
Es importante que la madre y el bebé sean tratados simultáneamente y durante el mismo período de tiempo, aún si el pequeñín no presenta síntomas. De otra manera se van a re infectar el uno al otro en una cadena sin fin.
¿Con quién?
El objetivo es tratar y limitar la proliferación de la Candida así como propiciar las condiciones que permitan restablecer la flora normal y el nivel de inmunidad de la madre. Es posible utilizar tratamientos locales y generales, solos o conjuntamente.
Entre los tratamientos locales está en primer lugar la violenta de genciana (solución acuosa al 1%), que fácil de conseguir sin orden médica, es eficaz y poco costoso.. El único inconveniente es que mancha la ropa. Es ese mismo orden de ideas, el vinagre blanco diluido al 1% en agua hervida también sirve para hacer baños locales sobre los pezones y restablecer la flora.
Los antifúngicos de aplicación local pueden ser utilizados en suspensión para tomar, en gel o en crema. Y debe ser aplicado sobre el seno y la boca del bebé después de cada lactada. Los doctores deben prescribirlos.
En ocasiones la Candida puede volverse resistente a los tratamientos con antifúngicos más comunes por lo que sería necesario usar medicamentos más fuertes; en otras ocasiones, cuando la Candida se ha instalado en los canales lactíferos, se requiera de tratamientos ingeridos por la madre para llegar al punto exacto, como el fluconazol. No obstante, algunos médicos no recomiendan este sustancia con el argumento de que pasa a la leche: lo cierto es que eficaz para tratar la candidiasis de los canales lactíferos y no se ha demostrado efecto alguno sobre los bebés. De otra parte, es un tratamiento utilizado en pediatría con pequeños prematuros.
En resumen, en caso de fracaso con un tratamiento local, puede ser necesario un tratamiento por vía oral.
¿Durante cuánto tiempo?
Para limitar el riesgo de re infección, el tratamiento debe seguirse durante el tiempo recomendado por el médico tratante.. No se debe suspender a la desaparición de los síntomas. Los especialistas recomiendan continuarlos hasta dos semanas después de la ausencia de todos los síntomas.
¿Hay que tomar medidas de higiene?
La medidas son las mismas que para cualquier caso de micosis, es decir, desinfectar regularmente todo lo que esté en contacto con los senos de lla madre y la boca del bebé: manos, ropa, chupos de entretención, anillos de dentición, juguetes, protectores de lactancia, extractores de leche… La leche extraída durante un episodio de candidiasis puede darse al bebé pero no debe almacenarse, ni siquiera en congelador, porque la baja temperatura neutraliza la Candida pero no la elimina y se corre el riesgo de iniciar una nueva infección.
En casos particularmente rebeldes puede ser necesario tratar a toda la familia.
¿Cómo evitar que vuelva a comenzar?
Si una madre presenta candidiasis a repetición, es útil ver si no sufre de una afección que pueda bajar su nivel de inmunidad.
Para algunas, la curación podría contemplar una alimentación adaptada, pobre en azúcares rápidos y en alimentos que contengan levaduras alimenticias, y rica en yogur. Algunas madres dicen que les ha sido útil tomar Lactobacillus acidophilus o Bifidobacterium bifidum, ajo, cereales completos, complejo de vitamina B, oligoelementos que estimulen el sistema inmune, vitaminas, propóleos o tratamientos homeopáticos.
Traducido de Allaiter Aujourd’hui, diciembre de 2003, publicación de la Leche League de Francia.