La paternidad: agradecimiento
Por Jesús Ernesto Mendoza Orduño
El pensar en ser padres suele llenarnos de un sinfín de emociones. Por mi parte es la más grande alegría que un hombre puede sentir; al tener a una personita tan hermosa y frágil en tus brazos. Es algo realmente asombroso.
Durante el embarazo, mi esposa y yo empezamos a hablarle a nuestro pequeño que reaccionaba a nuestras caricias y todos los cariños que le hacíamos desde que estaba en el vientre. Nueve meses esperando ese momento que cuándo llegó, me despertó mi esposa en la madrugada y fueron tantos nervios que sentí de que todo estuviera bien y que no tuviéramos ningún contratiempo. Apurados pero “cuidadosamente” nos dirigimos al hospital para que nuestro pequeño naciera un 10 de agosto del
año 2019.
Llegó a dar alegría con su sonrisa tan hermosa y sus ocurrencias. Al día de hoy Elías tiene 10 meses y ha crecido tan rápido, es tan fuerte y tan independiente en algunas cosas. Amo como se enoja cuando voy a trabajar y no me quedo con él o hablo por teléfono cuando voy a casa y en su forma de expresarse parece como si me dijera “ándale papá ya llega”.
Una de las cosas que me ha sorprendido de la paternidad es el provecho que les hace la leche materna a los bebés, desde el embarazo mi esposa se interesó en el grupo pro lactancia materna del ISSSTE y me transfería todo con tanta emoción que también me emocionaba. Desde el primer día y hasta ahora nuestro pequeño ha disfrutado de lactancia materna exclusiva.
He aprendido tanto y le doy gracias a mi esposa por el esfuerzo que ha hecho, porque sé que no es fácil lidiar con todas las labores de la casa y el cuidado de nuestro pequeño mientras yo voy al trabajo. Sé que es un esfuerzo que ella hace con todo el amor. Entre cambiar pañales y accidentes de pipí y popó, cambios de ropa interminables manchas de mango y aguacate es lo mejor que un hombre puede sentir: “La dicha de ser padre».