Paternidad y lactancia: el vínculo que se extiende
Por Sócrates González Montoya
Todo empezó con la ilusión de tenerlo, seguido de la tristeza de una primera pérdida. Después, de nuevo la alegría de saber que ya venía en camino al escuchar ahora sí, su corazón latiendo… Pensé que iba a ser complicado pero que iba a querer mucho a mi hijo, imaginaba cómo sería él y su voz, me visualizaba jugando con él, siendo su amigo, estando para él.
Asistí junto con mi esposa varias veces al grupo de la Liga de La Leche, ahí aprendí sobre la alimentación de mi hijo, la lactancia materna y sobre crianza, los valores como padre y mi papel en la lactancia, cómo llevan el embarazo y el parto las mamás, las diferencias que hay entre cada bebé.
Me sentí impactado al presenciar su nacimiento, sentí muy bonito por fin conocerlo, tenerlo en mis brazos, ver lo delicado que era, sentí el instinto de protegerlo con el mayor cuidado posible y amarlo. No imaginé que se podía sentir tanto amor.
Siempre pensé que sería más difícil el cambio de pañales y los olores, pero es más soportable que como lo imaginé, quizá porque se alimenta con leche materna. Hasta ahora ha sido todo alegría, verlo como se está desarrollando. He tratado de ser lo mejor que puedo ser con él, me ha cambiado como persona, pues ya no pienso ni veo la vida igual, porque ahora está él.
Para mí, la Lactancia materna es algo muy importante entre la mamá y bebé desde que nace, es un vínculo que hay entre ellos dos, que también se extiende al papá de alguna manera con todo el amor que genera ese apego, esto me ha hecho aprender la importancia de la Lactancia. Me hace sentir muy seguro como padre el hecho de que mi bebé está completamente sano y que lo seguirá estando a futuro.