Making it Work: Soluciones Creativas

Revisado por Tamela Rich, Charlotte, North Carolina, USA.
Traducido de “New Beginnings” Volumen 11, No.6, noviembre-diciembre 1994, pg. 179-180.

“Making It Work” es una sección regular de la revista “New Beginnings”, que se publica bimestralmente por La Liga Internacional de la Leche. En esta sección se ofrecen sugerencias por parte de los lectores de “New Beginnings” para ayudar a las madres quienes desean combinar la lactancia y el trabajo. Varios puntos de vista se exponen. No toda la información será pertinente al estilo de vida de su familia. Esta información es de naturaleza general y no tiene como meta ser consejo médico o de ninguna otra naturaleza.

MAKING IT WORK: Situación:

Se me dificulta mucho el sacarme la leche, ya sea manualmente o con un extractor, aún en la privacidad de mi propio hogar. Sé que algunas mujeres han encontrado formas creativas de regresar a trabajar y mantener suficiente leche para sus hijos sin tener que extraer su leche y sin usar productos artificiales (fórmulas). Cómo lo hacen?

SOLUCION

Yo fui lo suficientemente afortunada de poder traer mi bebé al trabajo conmigo durante los primeros meses después de mi licencia de maternidad. Sin embargo, conforme Taylor fue creciendo y alrededor de los seis meses, fue aparente que la única forma en que yo iba a poder hacer mi trabajo era el buscar que alguien lo cuidara. Aunque siguió acompañándome los días que no había mucha actividad, la mayoría de los días se iba con la niñera.

Como usted, yo tuve muy poco éxito sacándome la leche. Por tanto fue muy importante encontrar a alguien que cuidara a mi hijo cerca de mi oficina para poder ir a amamantarlo cuando lo necesitara. Otro paso importante fue el negociar un horario flexible con mi jefe para que yo pudiera ir a alimentar a mi bebé en vez de extraer la leche en la oficina.

Cada mañana, Salía yo de la casa temprano para asegurar por lo menos 30 minutos para dar el pecho en la casa de la niñera. Después de trabajar 3 horas, yo amamantaba a Taylor dos veces a la hora del almuerzo. Una vez al llegar, y nuevamente antes de irme. Yo traía mi almuerzo de mi casa o paraba en un restaurante de sandwiches de ida a la casa de la niñera para poder comer allí. La niñera me hablaba a media tarde, cuando Taylor tenía hambre (generalmente 3 horas después del almuerzo), y yo iba a darle el pecho. Esta salida a media tarde se tomaba como 30 minutos. A menos que hubiera algo muy urgente que hacer en la oficina, generalmente me traía a mi bebé a la oficina conmigo las ultimas dos horas de día.

Para mantener una buena cantidad de leche y para compensar emocionalmente por las ausencias y separaciones, fue de gran importancia el permitirle a Taylor acceso ilimitado a mi pecho cuando no estaba yo en el trabajo. Para nosotros esto significó que Taylor durmiera en nuestra cama, amamantando y acurrucándose durante la noche. Durante los fines de semana, y en las tardes después del trabajo, yo lo llevaba cargado en un cargador estilo canguro mientras hacia el quehacer de la casa y lo llevaba conmigo a todos lados. Aunque muy cansado, el esfuerzo valió la pena ya que pude alimentarlo totalmente con la leche de pecho. Admiro su determinación de combinar el trabajo con la lactancia. Con un poco de imaginación y planeamiento, estoy segura que encontrará la solución que funcione para usted.

< i>Jaqui Freund, Spring, Texas, USA

SOLUCION:

Mi segundo hijo se rehusó a tomar de un biberón, así que aunque yo nunca había tenido dificultad sacándome la leche, el hacerlo nunca fue una opción. Tuve la buena fortuna de trabajar para una mujer muy comprensiva así que traía yo mi bebé a mi trabajo hasta que cumplió nueve meses. Cambiamos los muebles y arreglamos las cosas en la oficina para hacerla más segura para el bebé. La mayor parte del tiempo el bebé estaba en un cargador conmigo mientras que yo trabajaba. Aunque pusimos una cuna en una esquina de la oficina, mi hijo nunca durmió largos períodos, así que no se usó. Cuando mi hijo estuvo lo suficientemente grande para tomar de una taza, arreglé en forma temporal mi horario de trabajo para poder pasar algunas horas sin él, en lo que se acostumbraba a la niñera. Ahora a la edad de dos años, aunque todavía toma el pecho con gusto cuando estamos en casa juntos, él se pasa tres días completos a la semana con la niñera. Ha sido mi experiencia que mi provisión de leche se ajusta a su demanda irregular, sin embargo se compensa bastante con sus tomas durante la noche.

A mi me pagan por hora, y me di cuenta que siempre y cuando tuviera yo mucho cuidado de cobrar solo por las horas que realmente trabajo, nadie sintió que fuera injusto que yo estuviera amamantando. También fue de utilidad el traer trabajo a casa conmigo.

Otra posibilidad es conseguir que alguien le traiga al niño a su lugar de trabajo. Buena suerte.

Theresa Beyer, New Rochelle, New York, USA

SOLUCION:

Así es como regresé al trabajo sin tener que sacarme la leche: afortunadamente pude arreglar para tomarme 6 meses de licencia de maternidad después del nacimiento de cada uno de mis hijos. Para entonces ya ambos de mis hijos tomaban jugo o agua de una taza con tapa y comiendo otros alimentos que les daba la niñera. El convencer a las niñeras que mis hijos estaban recibiendo comida suficiente sin el uso del biberón fue el reto mayor. A fin de cuentas, pudimos resolver esto y ellas me apoyaron en mi decisión. Pude asegurar que mis bebés recibieran suficiente leche materna llevándomelos a mi cama para que amamantaran durante la noche.

Yo disfruté bastante la cercanía nocturna con mis pequeños. Mi hijo menor ya tiene 2 años y aún le gusta tomar el pecho. El obtener suficiente descanso es a veces un reto, pero he aprendido a dormir cuando mis hijos duermen, tomar siestas los fines de semana, y de pedir ayuda a mi esposo. Mi hijo mayor tiene 7 años. El también tomó el pecho de esta forma por varios años y yo sobreviví la falta de descanso.

< i>Andrea Worthington, Niskayuna, New York, USA